Presentamos una propuesta que contribuye al conocimiento de la gestión de los usos del litoral y el riesgo y la vulnerabilidad a que están sometidos (fuerte presión erosiva, temporales de lluvia y mar frecuentes, riadas…). Se trata de un análisis territorial y urbanístico apoyado con los resultados de un sondeo de percepción aplicado a los actores de la administración y económicos de los municipios del Baix Maresme (1). Se combinan metodologías cualitativas y cuantitativas para dar más robustez a los resultados. En el área de estudio, confluyen casi 90.000 habitantes censados, a los que debemos añadir una población flotante entre el 10% i el 20% según la temporada del año, procedentes de la Ciudad Condal y el ámbito metropolitano más próximo. Hasta sus playas se llega en tren, las estaciones tienen acceso directo al arenal y los billetes tienen las tarifas integradas. La frecuentación de estos espacios es alta en verano, pero no cesa durante todo el año. En estos municipios el hábitat es relativamente denso y en general sus barrios no están dotados de espacios verdes. De esta manera la estrecha franja litoral se convierte en el gran espacio 'abierto' apto para usos y actividades socioeconómicas y recreativas. De hecho se trata de un último corredor –con unas claras funcionalidades de ocio y recreación- que circula por el borde de la costa y que en su mayor parte está configurado por un camino pegado a la escollera de la vía férrea (la línea del ferrocarril junto al trazado de la carretera N-II constituye una autentica barrera entre la ciudad y el mar)y a continuación, en los ámbitos más propicios, playas poco extensas aunque en muchos tramos inexistentes, como en Cabrera, a poniente de Premià y entre Montgat y el Masnou.

La importancia recae en la gestión de los usos recreativos pero también sobre la propia defensa de la costa que aquí está especialmente significada por la vulnerabilidad de la vía del tren y su consiguiente impacto sobre la movilidad y la del sendero/paseo contiguo, cuyos impactos inciden sobre la calidad de la recreación de la propia senda y las playas contiguas. El origen del sendero que va desde Barcelona hasta a Mataró es el de un camino de servicio del ferrocarril que actualmente aloja también el paso de algunas redes de servicios urbanos. Está en terreno ferroviario, situada en un transecto donde se solapan los dominios públicos ferroviario y el de la zona marítimo-terrestre, es de complicada gestión, participan entre otros: los Ayuntamientos, Adif (Gestor de infraestructuras ferroviarias) y los Servicios de Costas del Ministerio y de la Generalitat de Catalunya. Del estudio emanan propuestas de mejora desde la cooperación y la coordinación en la gestión de esta franja de territorio tan marcada por la vulnerabilidad, la presión de los usos, la gravedad del impacto y la complejidad administrativa.

(1) Esta investigación se ha realizado en el marco del proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación: PairisC-M (CTM2011-29808)